Saturday, May 12, 2007

Mira Papa!!! Sin dientes!!!.....

La corriente de la vida sin quererlo, me trajo a vivir a un pais muy extrano. El otro dia viendo jugar a unos ninios en la calle me hizo recordar una anecdota escondida de mi infancia.

Ayer observaba unos pibes con casco, rodilleras, coderas, cuatro rueditas de ayuda, en lugar de dos, y todo un equipo "espacial" para andar en una bicicleta comun y corriente... Como siempre, para que cualquier "incidente" no termine en una demanda, he visto las ridiculeces mas grandes de mi vida en este "gran" pais del norte.

Fue asi que salto de repente a mi conciencia el recuerdo de aquella lejana noche, cuando recibi mi primer leccion de bicicleta sin rueditas. Recuerdo cuando el Pocholo, mi viejo, me llevo con mi bicicleta aurotita azul, al estacionamiento gratuito de la calle Cnel. Gil y Oliver, enfrente de Casimiro. Estacionamiento de cemento, minado de pozos y sin luz. El pocholo me dijo: "Ya estas listo para andar sin rueditas".
No me puedo acordar la razon, pero en mi boca llevaba un silbato de plastico. Preparado ya arriba de la aurorita sin las rueditas que habian sido mi apoyo durante meses, el Pocholo corrio unos metros sosteniendome desde el asiento hasta que yo sin notarlo, el me solto y sali a toda velocidad haciendo sonar fuerte el silbato... PRIIIIIIIII....

Segundos despues, el silencio inundo la noche. Los que me conocen, aun pueden ver mi cicatriz en mi labio superior, donde me quedo incrustado el pito de plastico todo roto. Ah, tambien me volaron los dos dientes de adelante cuando golpie contra el borde de asfalto de uno de los pozos, y fue asi como tuve que andar con una funda de dientes plateado durante mi primer grado de primaria.

Aquella hermosa "inseguridad" que ven esta gente del "primer mundo" como terrible, me hace sentir orgulloso de mi viejo, y cada vez que alguien me pregunta: "como te hiciste esa cicatriz en el labio?" se me pone la piel de gallina recordando la noche que el Pocholo me saco las rueditas!

Por cierto, por mas que buscamos nunca pudimos encontrar los dientes.

Monday, May 7, 2007

El chancho sin cabeza desenmascarado

Esta anécdota narra la breve historia del CHANCHO SIN CABEZA y de como fue el final de sus andanzas. Final que trajo alegría y cura al terror fundado de algunos de los habitantes de General Acha, el pueblo natalicio del Pocholo, mi viejo.
La historia es narrada por el Pocholo de la siguiente manera:

"El personaje era un viejo lustrabotas del pueblo, muy dicharachero, cara arrugada, desdentado, recuerdo que tenía en la encía superior un diente largo y negro que se le movía cuando reía. Le faltaba un ojo, y por supuesto, tenía el hueco, que a manera de joda solía tapar con un parche negro, de ahí el mote del "El Tuerto"o "El Pirata" Arona.

Los sábados a la tardecita, daban su espectáculo él y el "Negro" Vallejos, otro lustra del pueblo, en la cuadra de la vuelta al perro en la esquina del negocio del "Turco Meljem " (El tío José).
El espectáculo consistía en demostrar quien cambiaba con mas rapidez el cepillo de mano, imaginate las bolteretas que daban esos cepillos por el aire.

Un día se corre la bola que, en el puentecito de la CATA PICHINCHA (era el nombre de la viejita que vivía en la esquina del puentecito) salía un chancho sin cabeza, a dos cuadras antes del puente se terminaba la luz de la calle, y dos cuadras mas adelante vivíamos nosotros.
Mis hermanas, al salir del trabajo, esperaban en lo de Matilde a Ernesto, para venir todos juntos, pues solas tenían miedo.
El chancho sin cabeza, salió durante bastante tiempo, asustaba nada mas, pero nosotros le teníamos terror ya que era un personaje desconocido y quien sabe de que mundo. Cruzábamos el puentecito a una velocidad increíble, aterrorizados de solo pensar que un chancho sin cabeza se nos apareciera.

Un buen día cambia el comisario el pueblo, el Sr. Pascual Vigorito. Es así como Vigorito para ganar popularidad de buen comisario preocupado por los problemas del pueblo, lo espera una noche, donde el chancho sin cabeza solía salir de entre unos tamariscos.
El desafortunado chancho, fue a apostarse a la espera de algún transeúnte a la hora indicada. Una vez en posición, el comisario lo avista, y le tira un tiro que le pica cerca, y el famoso chancho se levanta y grita... "No Tire Comisario que soy ARONA!!!"


Sunday, May 6, 2007

La Sencillez de la Monjita Blanca

En el verano del 2006 pasé una tarde en la reserva natural de Parque Luro, a 35 kilómetros al sur de Santa Rosa. Fueron solo cuatro horas. Lo suficiente para ver lo que no se puede ver en ningún zoológico. Aquí alguna de las fotos que tomé ese día.

Para los que no la conocen, la reserva no es un zoológico, es un ecosistema protegido. Al no tener mucha publicidad y por lo tanto relativamente pocos visitantes es posible vagar libremente por por el lugar. Esta libertad hace que la mayoría de los visitantes se comporten con una gran responsabilidad y respeto al medio natural.

Recomiendo que al llegar, estimado lector, abandones el auto lo mas cerca de la entrada posible y se tomes el sendero que rodea a la laguna. A los pocos minutos de caminar ya podrás divisar cientos de flamencos.


Es muy posible, querido amigo, que sientas la misma emoción que sentí yo cuando a pocos metros tuyo pase impetuoso a una increíble velocidad un magnífico ejemplar de siervo colorado.


A lo lejos podrás ver a la mansión de los Luro, solitaria y podrás llegar a sentir que es una visión anacrónica para un lugar en el que nunca tendría que haber habitado ser humano alguno.


Podrás divisar Lechuzitas Vizcacheras en su madriguera. Loicas con hermosos y bibrantes pechos rojos. Pero si tienes muchisima suerte, como la tuve yo aquel día, podrás ver a la monjita blanca.



No es posible ver una monjita blanca en otro lugar que no sea en su hábitat, ya que en cautiverio no cantan ni silban y al poquísimo tiempo mueren. Los que saben dicen que es el ave mas hermosa de toda Argentina, pese a que solo mide diecisiete centímetros y es de color blanca con una tira de luto en su ala. En ella suele verse al alma de Dios o el alma de algún pariente. Tiene un silbido melancólico aún de noche. Cuenta una leyenda que la monjita blanca fue mujer y el dolor la convirtió en ave.


Ya atardeciendo verás alguna chancha jabalí, cruzar muy sigilosa por un claro, dirigiendo a sus crías a sus lugares de descanso.


Al caer el sol, y si estás, querido amigo, atento a las cosas mas pequeñas podrás hasta ver una mariposa posada sobre una flor de cardo, inmóvil, como resignada, sabiendo que en su corta vida nunca conocerá la noche.


Si todo esto has vivido, no te preocupes por llegar a la mansión y ver los costosos tesoros de un hombre que quiso vivir con lujos europeos en medio del desierto. En esencia ya lo has visto todo.

Tuesday, May 1, 2007

Fotos de Naicó

Algunas entradas mas abajo Javier escribió sobre Naicó. Aqui posteo algunas fotos que tomé el año pasado.

El pueblo vivía del campo y su principal medio de comunicación con el mundo era el tren que corría entre Bahía Blanca y Santa Rosa. La línea del tren pasaba por: Toay, Naicó, Queué, Utracán, General Acha, Unanué, Epu Pel, La Cotita, Hucal, Abramo, Bernasconi, General San Martín,Jacinto Aráuz para luego entrar en terreno bonaerense hasta llegar a Bahía Blanca, que contrariamente a la que mucha gente piensa no es la ciudad mas austral de la provincia de Buenos Aires.

La iglesia del pueblo. Es la única construcción que conserva intacto el techo, su piso de madera y el altar.



Sorprendentemente las construcciones del lugar conservan la mayoría de los cerramientos. Naicó está lo suficientemente alejado de un centro poblado como para que los vándalos consideren mayor el esfuerzo que el beneficio.



El almacén de ramos generales. Funcionaba como despensa, ferretería, tienda de ropas. Comerciaba con la gente del pueblo y los vecinos de los campos cercanos.



La plaza, con juegos infantiles donde alguna vez jugaron niños.



El galpón del ferrocarríl. Del lado exterior aún se puede leer: "Apoye el segundo Plan Quinquenal"