Es conocida en Santa Rosa la actitud de la Cooperativa Popular de Electricidad de encarar las cosas en las circunstancias que sea, como por ejemplo el emprendimiento de telefonía y TV por cable que la llevó a no pocos enfrentamientos con poderosas multinacionales. Pero esta historia, según mi viejo empezó hace 70 años atrás.
Según el me cuenta hace setenta años el esfuerzo de los vecinos y en particular del mítico Juan Savioli hizo posible la generación y distribución de energía eléctrica en Santa Rosa. Esto bajo el acecho de SUDAM una multinacional que en aquella época esperaba el fracaso del emprendimiento.
Los generadores instalados funcionaban con carbón y leña y los medios de regulación de la energía no eran muy buenos. Muchas veces la tensión caía y las luces disminuían dejando a las tertulias o reuniones en penumbras. Cuenta mi viejo, que en esos momentos, los participantes de estas reuniones y muchos de los vecinos salía a la calle y gritaban al unísono: “¡Leña Savioli!”. Frase que era escuchada por los fogoneros los cuales apuraban su trabajo y la tensión volvía rápidamente a sus valores normales.
El progreso ha cambiado la forma de hacer reclamos. Ahora ante un problema de este tipo nos atiende una voz fría y metálica del otro lado del teléfono, la cual luego de hacernos marcar una docena de números nos hace escuchar una música instrumental (del tipo new age) que se repite y se repite hasta que abatidos cortamos la comunicación.
Según el me cuenta hace setenta años el esfuerzo de los vecinos y en particular del mítico Juan Savioli hizo posible la generación y distribución de energía eléctrica en Santa Rosa. Esto bajo el acecho de SUDAM una multinacional que en aquella época esperaba el fracaso del emprendimiento.
Los generadores instalados funcionaban con carbón y leña y los medios de regulación de la energía no eran muy buenos. Muchas veces la tensión caía y las luces disminuían dejando a las tertulias o reuniones en penumbras. Cuenta mi viejo, que en esos momentos, los participantes de estas reuniones y muchos de los vecinos salía a la calle y gritaban al unísono: “¡Leña Savioli!”. Frase que era escuchada por los fogoneros los cuales apuraban su trabajo y la tensión volvía rápidamente a sus valores normales.
El progreso ha cambiado la forma de hacer reclamos. Ahora ante un problema de este tipo nos atiende una voz fría y metálica del otro lado del teléfono, la cual luego de hacernos marcar una docena de números nos hace escuchar una música instrumental (del tipo new age) que se repite y se repite hasta que abatidos cortamos la comunicación.
4 comments:
Muy bueeeno, poco creible, pero muy bueeeno!.
Lea! sera poco creible pero es verdad...
A ver si este link anda:
http://www.sitiocooperativo.com.ar/noticias/actualidad/act,2002,08,02,1.html
De echo, se puede probar con fotos, ya que en la pared de la cooperativa, esta esa incripcion... se podria sacar alguna foto y enviartela
Amigo Leandro. Doy fe de las palabras de los Barreiro, herederos de una tradición en eso de rescatar hechos absolutamente cotidianos pero no por eso menos notorios. Ciertamente lo del grito es verdad. Ocurre que en el año 35, la coop no estaba en condiciones de hacerse cargo del servicio, pero el apoyo de la gente hizo que se aapostara por la empresa. Justamente Savioli, que era mecánico, se las ingenió para adaptar unos tractores a vapor que se usaban para traccionar las trilladoras, y conectarlos a los generadores. Obviamente, la energía dependía del fuego que alimentaba los tractores, y cuando la llama decaía, la luz también. Era entonces cuando se oía el grito cómplice, no de reproche, casi de aliento: "leña Savioli!". Y hay fotos!!
Mira vosssss, si habre usado ese dicho, para gastar a alguno que se estaba quedando sin fuego haciendo el asado, "hechale Leña Savioli", muy buena informacion.
PD: Los porteños no usan ese dicho, porque usan carbon para el asado, ja, aguante el piquillin carajo !!
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